lunes, 2 de abril de 2018

El ruido de sus tacones, caminando por los adoquines, se perdia entre la multitud.
No llevaba prisa ese dia en particular, solo caminaba con paso firme y un ritmo constante.
No tenía un destino; caminaba por hacer algo, por salir de la rutina y el ocio que la confinaban en cuatro paredes.
El sol estaba próximo a ponerse, y aún no encontraba lo que el fastidio y el hastío, la habían hecho salir a buscar.
A decir verdad, ni ella misma sabía que era lo que buscaba en el mar de miradas desconocidas, pero tenía la certeza de que lo sabria apenas lo viera.