El ruido de sus tacones, caminando por los adoquines, se perdia entre la multitud.
No llevaba prisa ese dia en particular, solo caminaba con paso firme y un ritmo constante.
No tenía un destino; caminaba por hacer algo, por salir de la rutina y el ocio que la confinaban en cuatro paredes.
El sol estaba próximo a ponerse, y aún no encontraba lo que el fastidio y el hastío, la habían hecho salir a buscar.
A decir verdad, ni ella misma sabía que era lo que buscaba en el mar de miradas desconocidas, pero tenía la certeza de que lo sabria apenas lo viera.
No llevaba prisa ese dia en particular, solo caminaba con paso firme y un ritmo constante.
No tenía un destino; caminaba por hacer algo, por salir de la rutina y el ocio que la confinaban en cuatro paredes.
El sol estaba próximo a ponerse, y aún no encontraba lo que el fastidio y el hastío, la habían hecho salir a buscar.
A decir verdad, ni ella misma sabía que era lo que buscaba en el mar de miradas desconocidas, pero tenía la certeza de que lo sabria apenas lo viera.