Irrealidad
Vida despiadada
una vez mas me has obligado a regresar a la desastroza realidad ,
al infierno de lo cotidiano
donde nada esta realmente vivo,
donde los relatos y los versos se han negado a cobrar vida
ya que la humanidad los ha ignorado
condendandolos a simples fantasias;
donde las risas se han extinguido
presas de la etiqueta y unos cuantos formalismos,
de un saco, una corbata,
zapatos elegantes
o un vestido portentoso.
Los pequeños placeres,
como caminar bajo la lluvia sin miedo ni preocupaciones,
han sido olvidados;
todo por mantener una absurda imagen.
Si te sientes tan hostigado y abrumado como yo mi querido lector,
hay una sola cosa que te puedo aconsejar:
Tarde en la noche, despues de las 12 funebres campanadas del reloj,
mira debajo de tu lecho nocturno y si sabes bien donde buscar
quizas, solo quizas, encuentres el camino que te guiara a la tierra de Oz,
donde granes aventuras nos aguardan
una vez mas me has obligado a regresar a la desastroza realidad ,
al infierno de lo cotidiano
donde nada esta realmente vivo,
donde los relatos y los versos se han negado a cobrar vida
ya que la humanidad los ha ignorado
condendandolos a simples fantasias;
donde las risas se han extinguido
presas de la etiqueta y unos cuantos formalismos,
de un saco, una corbata,
zapatos elegantes
o un vestido portentoso.
Los pequeños placeres,
como caminar bajo la lluvia sin miedo ni preocupaciones,
han sido olvidados;
todo por mantener una absurda imagen.
Si te sientes tan hostigado y abrumado como yo mi querido lector,
hay una sola cosa que te puedo aconsejar:
Tarde en la noche, despues de las 12 funebres campanadas del reloj,
mira debajo de tu lecho nocturno y si sabes bien donde buscar
quizas, solo quizas, encuentres el camino que te guiara a la tierra de Oz,
donde granes aventuras nos aguardan
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