martes, 21 de diciembre de 2010

Basta con verme a los ojos y sabrás, que tan frágil puedo ser,
o que tan ruda, que tan dulce, o que tan triste.
Basta, con un abrazo, para que sepas que tanto necesito un poco de cariño a mi lado.
Basta, con escuchar mi voz, monótona y fría,
para que sepas que en mi interior algo se desmorona y hago un esfuerzo,
mayor que el de Atlas, por evitar el derrumbe tanto como pueda,
pero al final, no importa cuánto esfuerzo haga, todo caerá
y yo estaré cubierta de polvo y lagrimas.
¿Que he de hacer?
La preocupación me carcome el alma y me devana los sesos,
pero mi cuerpo le dice a mi mente que no se preocupe.
Hacer que la gravedad que se tome unas vacaciones seria más fácil;
yo solo espero... que la sangre corra.
Cae la noche, y un aparte de mi se desvanece en el horizonte,
se mezcla con el ocaso y me dice adiós.
Al igual que el sol,  ella se esconde,
se esconde esperando que la encuentre y la recupere.
No necesito de cartras ni hechizos,
de hiervas o bebedizos para saber que ha huido a tus brazos,
llevándote noticias que el resto de mi ser se muere por verte a los ojos y acunarse en tu pecho.
¿Dónde está el departamento de quejas?
Exijo que arreglen esto!
¿Que a nadie le importa?
Malditos!, dan una vida para dejarla morir de soledad.

sábado, 18 de diciembre de 2010

Se alzaba majestuosa, imponente ante todo,
imponente ante todos.
De verla me quitaba el aliento,
a detallarla me daba nostalgia y mis lagrimas comenzaban a brotar;
me sentí quererla , y creo que llegue a entenderla.
Sola, fría, observando dichas y desgracias
mientras ella en silencio solloza en brazos de la oscura soledad.
Cada una de sus lágrimas, estrellas en el cielo
cada uno de mis suspiros, un leve sonido que ahuyenta el silencio.
Ella mengua en su cielo por un amor que anhela,
yo, me deshidrato en el desierto de la espera por estar a tu lado de una buena vez,
pero esta vez,
para siempre.
¿Amor, donde estas?
Busco tus ojos en mis sueños
y mi corazón sufre al no encontrarte;
el nudo en mi garganta se hace más grande al escuchar al viento
no hablar de ti.
Muero por saber que estas bien,
y que me extrañas más de lo que yo te extraño a ti.
Te propongo fugarnos,
irnos tan lejos como podamos,
alejarnos de todo
¿Qué dices? solo tú y yo
sin reglas,
sin pre juicios,
sin barreras....
que no haya impedimentos.

martes, 7 de diciembre de 2010

Relexiones para la fecha

Llego un día sin previo aviso, un segundo nos estábamos hundiendo entre la fresca hierba, mientras el cielo azul ocultaba nuestro paradero,
y al siguiente ya estábamos prendiendo velitas, bajo el azul azabache de la noche, a un santo desconocido o en su defecto,
esperando al materialismo encarnado en un anciano con problema de peso vestido de rojo que "regala" alegría, o mejor dicho la vende al mejor postor. Entre mas estés dispuesto a pagar, mayor sera tu felicidad; o en eso lo han convertido.
Para cuando lo hayamos notado sera muy tarde, nos habrán invadido, decoraciones por doquier y los precios por el cielo.
Nos venden esperanza y felicidad envueltos en papel brillante adornados con un moño, que una mañana terminaran en la basura, y ya no importaran. Mientras en las calles aumenta la inseguridad, al igual que el numero de ventas; todos enloquecen, unos por las compras, otros por soledad los acosa. Felicidad para unos, miseria para otros , y aun así nos tapamos los ojos con descaro.

Si esto es reflejo de lo que somos, sera mejor que nos examinemos, pues todo esto es basura.

viernes, 3 de diciembre de 2010



El sol iluminaba su rostro,
a travez de las hojas de aquel gran arbol, su arbol.
Cada tarde,
de cada verano,
regresaba a su ciudad natal,
solo para que su amigo le diera algo de sombra y un merecido descanso.
Cada vez que se mecia de un aldo a otro
una historia le susurraba,
con cada hoja que caia, intentaba cubrirla y protejerla;
el tenia vida, y para ella esa magia era mas que perfecta.
Al finalizar el verano se dio cuenta que algo andaba mal,
pues mientras todos los arboles se preparaban para el cambio de estacion,
el suyo se habia adelantado, y todas sus hojas se habian ya marchitado.

"Nos veremos cuando llegue la primavera"